Blanco con detalles y negro con detalles

Por supuesto que este artículo no trata sobre problemas raciales, en el me referiré a fotos como siempre en esta sección que por cierto tengo un poco olvidada.

Cuando me refiero a blanco con detalle y a negro con detalle hablo de fotos donde generalmente los contrastes son muy fuertes, esto hace que esas partes en la foto, donde la luz incide de manera casi brutal, se vean como una masa totalmente blanca, o en el caso contrario, donde la luz está casi ausente, se ve una masa completamente negra. El efecto es algo chocante porque oculta cosas que podrían enriquecer el conjunto de la imagen, y crean un peso tosco en la composición. Hay que saber buscar ese punto armónico donde, respetando la luz, o la obscuridad, estas no nos oculten el objeto iluminado.

En el ejemplo que uso para ilustrar el caso, que a lo mejor no es el más idóneo pero tiene la buena intención, vemos como en la foto original, tomada bajo un sol rabiosamente mediterráneo, las puertas del balcón que reciben mayor cantidad de luz se ven blancas, y la ventana de la izquierda se ve como un cuadrado negro, sin embargo; cuando trabajamos el brillo y el contraste podemos, aunque no sea totalmente, rescatar las rejillas, así sea solamente insinuándolas, pero dando a entender que ahí están, que existen, que es una puerta similar a la que está a su lado. Igual podemos saber que hay dentro de la ventana oscura del lado izquierdo, si bien no se definen plenamente se adivina la presencia de unas posibles cortinas, o un mueble, eso no importa, ¡hay algo adentro!.

Con unas espantosas flechas rojas dibujadas con mal pulso y con el ratón pretendo mostrarte la diferencia entre la foto anterior y la editada para obtener; un negro con detalles y un blanco con detalles.

Prueba 1Prueba 2(También se nota más el diseño de la reja del balcón, y las texturas de las paredes).

Para mi una foto es un film que no se mueve pero te cuenta todo lo que puede y te ayuda a imaginar lo que no ves dentro de ella.

Espero haberme hecho entender y que te sea de provecho el dato.

Salud y vil metal.                                                                              A.G.

Carta a Sanchez

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Hola Sánchez, he tardado un poco en responder tu última carta, pero tu sabes que cuando uno no tiene nada que hacer no tiene tiempo para más nada. Espero te encuentres bien en unión de tu mujer y tus muchachos, y que se te haya pasado esa crisis de soledad y tristeza que me contaste la ultima vez que me escribiste.

La soledad siempre ha sido un tema sobre el que me gusta mucho reflexionar, tiene una mezcla de temor y fascinación, de amor y desamor, qué se yo. Los que la hemos tratado de cerca, y de tu, sabemos que no se puede vivir con ella, ni sin ella, paradójicamente ha sido protagonista destacada en mis momentos de tristeza y en los de felicidad también.

Carajo Sánchez, si de algo estoy convencido es de que; quien ha aprendido a vivir consigo mismo, con o sin conflicto, ya está preparado para vivir con otra persona con o sin conflicto, o quedarse solo sin conflicto, o quedarse solo con conflicto sin que sea el fin del mundo. Razón tiene el escritor italiano ese del libro que me regalaste, Humberto Eco, cuando dice que: “el hombre que diga que es completamente feliz, tiene que ser un cretino”.

A veces, en mi imaginación claro, yo me he visto en mi vejes viviendo solito, pero eso si, ejerciendo el sagrado derecho de ser imperfecto, de equivocarme sin reclamos, de olvidar cosas sin que me lo reprochen, de tener barriga sin complejos, de arrugarme sin remedio y a discreción, sin sentir el temor a morirme en cualquier momento, no porque no me importe la vida compadre Sánchez, sino porque creo y siento, que he vivido como he querido, y lo que me haya pasado, bueno o malo, algunas veces fue porque me lo encontré, pero la mayoría veces fue porque me lo busqué con premeditación y alevosía. Por ahí hay quien dice que siempre fui un cigarrillo prendido por los dos lados, vaya usted a saber si es verdad.

Si me toca vivir acompañado, que no sea solitario con compañía, esa vaina es lo peor compadre, ya de eso tuve muchos kilómetros de camino muy bien recorridos. No se deje fregar por la soledad compadre, no se me deprima, enséñele quien es el amo.

Yo te voy a confiar mi secreto Sánchez, lo que pasa  es que yo se que conmigo no me aburro

Un fuerte abrazo, y cuídate que se te quiere.